La nueva película de Ang Lee, se llama en la Argentina Crimen y lujuria. Se estrena este jueves 1° de Mayo
Nota del director:
Para mi, no hay historia de Chan Ailing tan hermosa como cruel como “Crimen y Lujuria”. Ella revisa la historia por años y años, por décadas, regresando a ella como un criminal regresa a la escena del crimen, o como una víctima tiene que enfrentar un trauma, alcanzando por placer solo para variar y re-imaginar el dolor. Hacer “Crimen y Lujuria” no fue realmente adaptar el trabajo de Chan, fue reinterpretarlo, como sus personajes actúan y reinterpretan sus partes.
Chan describe el sentimiento que Wong Chia Chi tuvo después de actuar en el escenario a una joven mujer, la prisa que sintió después, que no pudo lograr calmar, incluso después de ir a cenar con sus amigos del teatro y una vuelta en el tranvía.
Cuando leí eso, mi mente corrió al pasado, a mi propia primera experiencia en el escenario, atrás en 1973 en la Academia de Artes en Taipei. La misma sensación de prisa llena de energía al terminar la obra en la que actuaba, la misma camaradería en la noche después de la obra; la misma expectativa. Me di cuenta como esta experiencia era la parte central del trabajo de Chan y cómo podría transformarse en una película.
Ella entendió la actuación y la mímica como algo natural y brutal: animales, como sus personajes, usan el camuflaje para evadir a sus enemigos y para atraer a sus plegarias. Pero la mímica y la actuación también son formas de abrirnos nosotros mismos, como seres humanos, a experiencias más grandes, a conexiones indefinidas con otros, a significados más altos, al arte a la verdad.
Ang Lee
