Steven Seagal culpa al FBI por su caída en Hollywood

¿Quién no recuerda a esos rastas, cuyos brazos era triturados por Steven Seagal en Marcado para la muerte?

La pelea a cuchillos con Tommy Lee Jones en Alerta Máxima y ni hablar el duelo entre Gino (Seagal) y Richie (William Forsythe, actorazo) en Furia Salvaje, que es por lejos su mejor película.

Alguna vez Steven Seagal dominó la taquilla del cine de acción y sus trabajos estuvieron entre los más alquilados en el video club. Sin embargo, de la noche a la mañana desapareció de la pantalla grande y parece que el responsable de esto es el FBI.

Según las declaraciones que hizo el actor al diario Los Angeles Times, el FBI le debe una disculpa formal por haberlo acusado falsamente de amenazar periodistas, además de vincularlo con la Mafia de Nueva York. «Ese tipo de acusaciones infamatorias asustan a los directivos de los estudios y destruyen carreras«, manifestó Seagal al periódico.

Los problemas del actor con la agencia federal surgieron a partir de su relación personal con el ex detective privado Anthony Pellicano, quien en la actualidad enfrenta 110 causas por escuchas ilegales, extorsión y amenazas.

Pellicano fue durante las decadas del ´80 y ´90 el detective más solicitado y mejor pagado de Hollywood para resolver litigios y divorcios millonarios. Las actividades ilegales de este sujeto tenían el fin de conseguir información confidencial, que terminaba en manos de abogados millonarios y se utilizaba para proteger los intereses de las estrellas de Hollywood.

Kevin Costner, Steven Spielberg, Michael Jackson y Silvester Stallone son sólo algunos de los famosos que reconocieron haber contratado los servicios de Pellicano y por supuesto dejaron en claro que desconocían sus particulares métodos de trabajo.

El ex detective definirá su destino muy pronto en un juicio donde también serán acusados seis policías corruptos, que hacían la vista gorda frente al trabajo de Pellicano, y un director de cine que ocultó información ante un Gran Jurado, algo que constituye un delito importante en los Estados Unidos.

El realizador es John McTiernan, responsable de Duro de Matar.

En fin, el tema es que Steven Seagal cortó sus relaciones con el detective durante los años ´90 y no tiene nada que ver con esta investigación y así como lo vincularon en un principio al «Caso Pellicano»por participar en intimidaciones después se «olvidaron» de limpiar su nombre.

El último trabajo de Seagal para la pantalla grande fue Red de Corrupción,en el 2001, que tuvo una muy buena perfomance en la taquilla (incluido Argentina) y suele medir bien en el rating cuando la pasan en televisión. Desde entonces hizo 13 películas que fueron sin pena ni gloria directo al video. El actor está convencido que las falsas acusaciones que le hicieron provocaron la declive en su carrera.

Más alla del supuesto garrón que se comió Seagal al verse involucrado en una causa que no tenia nada que ver, desde su debut en Nico siempre hizo el mismo personaje y sencillamente terminó aburriendo. Si tuviera un poco de autocrítica no debería olvidarse de tener eso en cuenta a la hora de evaluar porqué no lo llaman de los grandes estudios.